Tres años después de que la mitad de los usuarios de una residencia de DomusVi en España fallecieran a causa del COVID-19, los familiares siguen esperando justicia

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Vigilia para las víctimas de COVID-19 en la residencia DomusVi de Alcoi, España, en marzo de 2023. Foto: AFADOMUSVI. Usado con permiso.

Vigilia para las víctimas de COVID-19 en la residencia DomusVi de Alcoi, España, en marzo de 2023. Foto: AFADOMUSVI. Usado con permiso.

“Fue una tragedia, una autentica tragedia”, dijo a CorpWatch José Luiz García, cuya tía fue una de las pocas personas que sobrevivieron al brote de COVID-19 en una residencia DomusVi en Alcoi, España. “Esto es el índice de fallecimientos en porcentaje que nosotros tenemos conocimiento más alto en toda Europa”.

Alcoi es una pequeña ciudad de Valencia, al este de España, con una población de 60.000 habitantes. Dee 140 residentes, 74 (53 por ciento) fallecieron durante un período de dos meses, cuando la COVID-19 irrumpió a principios de 2020. Las familias culpan a la mala gestión de DomusVi, una empresa multinacional de atención médica con sede en los suburbios al oeste de París, Francia, que obtuvo la concesión para gestionar la residencia por parte de la Generalitat Valenciana en 2015. 

DomusVi, propiedad de fondos de inversión con sede en el paraíso fiscal de Jersey, es actualmente el tercer mayor proveedor privado de residencias para personas mayores, según Investigate Europe, con 36.000 camas repartidas por Francia, Irlanda, los Países Bajos, Portugal y España. Fuera de Europa, ha ampliado sus operaciones a China y Latinoamérica. En España, DomusVi tenía contratos para gestionar 139 residencias en 2020, cuando estalló la pandemia. 

Incluso antes de la pandemia, las familias ya estaban preocupadas por la falta de personal. “Muchas veces las personas tenían que hacerse sus necesidades encima porque no había gente para acompañarlos a los aseos”, dice García. “Se daban muchos casos de malnutrición, deshidratación, se daban muchos casos de caídas, personas que veías con las caras marcadas porque no había suficiente atención”.

A finales de 2019, 146 familiares afectados de la residencia de Alcoi se unieron para presentar una carta de protesta contra DomusVi con diez demandas a los dos órganos del gobierno local responsables, al Ayuntamiento de Alcoi y al Departamento de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Comunidad de Valencia. Una investigación del gobierno central en noviembre de 2019 descubrió que DomusVi no había cumplido con las proporciones de personal por paciente e impuso una multa modesta de €40.000 euros (US$ 43.800) a la empresa. 

Luego, el 8 de marzo de 2020, el coronavirus golpeó la residencia. En los dos meses siguientes, el setenta por ciento de los residentes contrajeron el virus y la mitad de ellos falleció. 

Las familias decidieron formar un grupo formal para abordar estos problemas, y en marzo de 2020 se creó la Asociación de Familiares de Afectados por las Residencias de DomusVi Alcoi y Concentaina (AFADOMUSVI). Dieciocho meses después, en octubre de 2021, AFADOMUSVI demandó a DomusVi, junto con Mapfre, la compañía aseguradora de la empresa, en nombre de 45 familiares de usuarios de la residencia de Alcoi. La audiencia previa se abrirá el 7 de septiembre de 2023.

“[DomusVi] no sabía gestionar bien [la residencia], desde el momento en que se detectaron los primeros casos hasta su desarrollo”, dijo García, quien es presidente de AFADOMUSVI.

Tres años después de las muertes masivas, las familias de los fallecidos se reunieron en una vigilia en Alcoi el 25 de marzo de 2023 para honrar a todos los fallecidos. Sin embargo, la lista de nombres ni siquiera estaba completa porque DomusVi se negó a proporcionar detalles a las familias. En un emotivo homenaje de 36 minutos que se subió a YouTube, el músico local Hiroshi Fuji tocó la dolçaina (un instrumento español de doble lengüeta) después de los discursos de Ramón Climent y Francesc Sempere ante la multitud, junto con García. 

Protestas obreras, lucrando con los muertos

DomusVi ya había sido objeto de protestas durante mucho tiempo en España. Antes de la pandemia, la mayoría de las protestas eran organizadas por trabajadores que exigían salarios más altos y mejores condiciones laborales. 

Las protestas contra la empresa aumentaron drásticamente después del inicio de la pandemia, con familiares de los residentes organizándose junto con de los trabajadores. CorpWatch documentó al menos 21 protestas contra DomusVi en toda España después de marzo de 2020. La cuestión clave planteada es la tasa de mortalidad inusualmente alta por coronavirus en las residencias de ancianos gestionadas por DomusVi.

“DomusVi roba, engaña, trata a las personas usuarias como si fueran números, es solo un negocio… y la Junta mira para otro lado”, dijo Sonia Jalda, miembro del Colectivo de Trabajadores Residenciales de Galicia (TREGA), en junio de 2020, en el sitio de noticias diarias Nòs Diário. Participó en una protesta contra la empresa en su sede de Galicia, donde el colectivo de trabajadores se organizó para exigir que el gobierno revirtiera la privatización de las residencias y contratara más personal. 

Además, en marzo de 2021, infoLibre, un sitio web español de periodismo de investigación, reveló que DomusVi también actuó como comisionista de las funerarias Mémora en toda España entre 2019 y 2020, recibiendo pagos de hasta 700 euros por cada cadáver entregado.

En seguida, el sindicato Euskal Langileen Alkartasuna (Solidaridad de Trabajadores Vascos) escribió al gobierno vasco exigiendo que cancelara sus contratos con DomusVi y publicara los detalles de este negocio. 

Surge un patrón

Los datos obtenidos por infoLibre muestran que las residencias de DomusVi tenían tasas de mortalidad mucho más altas que las residencias de gestión pública en varias regiones de España.

En Madrid, por ejemplo, casi el doble de residentes falleció por COVID-19 en las residencias DomusVi en comparación con las residencias públicas durante la primera ola de la pandemia (al menos el 15,7 por ciento frente al menos el 7,9 por ciento). CorpWatch publicó recientemente un mapa de Madrid que ilustra esta marcada diferencia, consúltelo aquí.

En la región de Galicia, al noroeste de España, las residencias de mayores operadas por DomusVi registraron el 48 por ciento de las muertes durante la primera ola, ya sea por COVID-19 o por síntomas similares, a pesar de que la compañía solo administra el 21,6 por ciento de las camas en la región. 

Las muertes prevenibles parecen haber continuado incluso después de que la pandemia terminara. Por ejemplo, recientemente murieron dos residentes en las residencias de DomusVi por caídas en la región de Valencia, uno en DomusVi Alcoi y otro en DomusVi Concentaina (la otra residencia representada por AFADOMUSVI).

Hoy en día, aquellos que perdieron a sus seres queridos no han renunciado a su lucha por la justicia y por una mejor calidad de vida para los ancianos. AFADOMUSVI afirma que sus demandas son simples: “Más trabajadores, residencias más humanas y más pequeñas, con mejor acceso y más participación de los familiares y de los propios residentes”, dijo García a CorpWatch. Queda por ver si los tres años de protestas y demandas de las familias lograrán que la empresa cambie de rumbo.

CorpWatch se puso en contacto con DomusVi para obtener una declaración, pero la compañía no respondió antes de la publicación de este artículo.

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